sábado, 9 de septiembre de 2017

La Comadreja Blanca. Ep XXVII. El Archivo de Phelar



Son tiempos oscuros para la galaxia.
A pesar de que los valientes héroes de la Alianza Rebelde luchan contra la tiranía del Imperio Galáctico, incontables mundos tiemblan todavía bajo la sombra del mal. Los Jedi, guardianes del orden y la justicia, ya no existen, y con su desaparición, las fuerzas de la oscuridad se unen sin impedimento alguno.
Pero no está todo perdido. En un rincón distante de la galaxia, una pequeña banda de aventureros de las más variadas habilidades y profesiones busca una manera de progresar que quizás les guíe a reproducir el legado de los Jedi. Si tienen éxito, es posible que se pueda devolver la esperanza a la galaxia una vez más...


A través de su nueva aliada, Akysa, esta banda de aventureros ha sabido que en el archivo de la Universidad de Phelar se encuentra una pieza muy importante: el talisman de Ilum. Como el resto están realizando otros trabajos, contratan a un cazarrecompensas externo, a uno joven e impetuoso.



En el sistema Eriadu dependen enormemente del comercio siendo el servicio de aduanas casi inexistente. Cuando aterrizan en el planeta Phelar, salen de la nave y encuentran un bullicioso planeta urbanizado cubierto por instalaciones industriales. Verdaderas multitudes caminan más allá del astropuerto, bajo la siniestra mirada de los soldados de asalto que montan guardia en las esquinas de  las calles principales. El aire lleno de smog obliga a la gente a usar mascarillas respiratorias con decoraciones bajo sus modernos turbantes.

Mientras callejean en busca de algún lugar de de los bajos fondos para comprar unos identichips, cerca del campus universitario, observan a dos guardias de seguridad que agarran a un académico alto y flaco de los brazos y lo arrastran detrás de un edificio, lejos de las miradas de los transeúntes. El académico se resiste, y uno de los guardias lo aturde con un golpe rápido en el estómago.
Gracias a la intervención de los personajes, y un buen soborno, causan la suficiente distracción como para que los soldados dejen en paz al académico.


El archivo de la Universidad de Phelar es un altísimo rascacielos relativamente nuevo y antiestético que se cierne sobre el campus. Hay otra docena de edificios altos e imponentes, con diseños que permanecen desde la época de la República. A su alrededor se distribuyen las residencias de los estudiantes, y un alto muro de seguridad con más de una docena de pasarelas abiertas que rodean la universidad. Por el Campus hay repartidos depuradores ambientales que emiten un extraño zumbido casi subsónico. Varias farolas permanecen encendidas incluso durante el día debido al smog, emitiendo un brumoso brillo de color marrón amarillento.

Viechi espía mediante su dron, inspecciona los distintos accesos al edifico principal de la universidad donde se encuentran los archivos y las exposiciones.

¿Porta consigo contrabando o materiales restringidos? ¿Está armado, y si es así, tiene permiso de armas? y ¿sus estudios requieren el acceso a materiales de investigación restringidos? ... son algunas de las preguntas que realizan al pasar el puesto de control con sensores, escáneres de identichips y dos guardias. Por suerte, estos dos guardias no han vivido ningún peligro en mucho tiempo y sus monótonas preguntas, escáneres obsoletos y laxos procedimientos convierten su aburrimiento en un aliado de los aventureros.


El elevado y siniestro edificio del Archivo contrasta con la bulliciosa ciudad y el resto del campus, permaneciendo en silencio como una tumba. Las conversaciones dispersas quedan amortiguadas por supresores de ruido, las luces se mantienen tenues y el olor a polvo y a cosas antiguas impregna el aire, que por lo demás esta perfectamente filtrado.

Todo el personal académico que llega de nuevas al Archivo debe presentarse ante el coordinador universitario Eren Garai en una rápida sesión de orientación.


Ven acercarse a un hombre delgado y nervudo, vestido con un traje semioficial de un feo color gris y con un ciberimplente cerebral alrededor de su cabeza afeitada. Al llegar junto a sus "invitados", sonríe afablemente y extiende la mano. Mientras entretienen al oficial, Viechi se queda en el exterior.

El elevado y siniestro edificio del Archivo contrasta con la bulliciosa ciudad y el resto del campus, permaneciendo en silencio como una tumba. Las conversaciones dispersas quedan amortiguadas por supresores de ruido, las luces se mantienen tenues y el olor a polvo y a cosas antiguas impregna el aire, que por lo demás esta perfectamente filtrado. Vievhi usa lo propulsores y acaba colándose por el ático, esquivando a algunos transeúntes y guardias, acaba por dar con la pieza que buscaban e incluso logran hacerse con algo más:

  • Un casco antiguo cortado por la mitad: dicho corte fue hecho por un sable láser.
  • Un viejo transpondedor: el transpondedor contiene un código que indica la ubicación del Bufón Astral, según las leyendas su Capitán conocía rutas hiperespaciales secretas hacia el núcleo profundo
  • Informe  de un oficial de asalto.
  • Un Antiguo núcleo de control de droides:
  • El Talisman de Ilum: un trozo de piedra con forma similar a una lágrima, y de aproximadamente dos centímetros y medio, que presenta grabados irreconocibles por un lado e irradia energía detectable para cualquier sensible a la fuerza. Las diminutas vetas de cristal que sólo se pueden ver bajo la luz directa confieren a la piedra un aspecto casi orgánico. La piedra procede del planeta Illum.

Además, de no saber muy bien lo que son, tampoco saben de donde han salido, y es que, la universidad recibe a diario docenas de artefactos de culturas de toda la galaxia. Se almacenan de inmediato para su catalogación. Por desgracia, una gran parte de la documentación es ta incompleta o simplemente ha desaparecido.

El talisman da la impresión de estar vivo, Irradia calma y serenidad, pero también tristeza, pérdida, culpa y duelo. Intuyes el deseo de hacer lo mejor, de ser mejor, y sientes que el talismán te puede ayudar a lograr ese objetivo.

"te encuentras sobre una plataforma de piedra, mirando a una caja fuerte oculta empotrada en el suelo. En su interior reposa un holocrón. La tapa de la caja fuerte, un bloque de piedra del tamaño de un droide astromecánico, yace a un lado.
La plataforma se halla en medio de una gran cámara de piedra oscura que tiene alrededor de treinta metros de ancho y los mismos de alto. Varias pasarelas de piedra recorren la estancia trazando patrones circulares.
Cuando colocas el bloque de piedra en su sitio sobre la caja, la cámara se estremece y suenan explosiones distantes. Te vuelves hacia sus estudiantes y la tripulación de la nave espacial. Uno de ellos, que lleva un uniforme de oficial, levanta la vista de su comunicador.
 -¡Maestra Isa, los mandalorianos han abierto una brecha en el casco!
Tu asientes con firmeza.
- marchaos. los retendré aquí. Aún podéis escapar en la lanzadera del Santuario.
Los estudiantes protestan, pero acaban obedeciendo. En un instante han desaparecido, dejándote sola. Te arrodillas sobre la plataforma y depositas el sable de luz frente a ti, sobre una piedra. Los sonidos del combate no tardan en llenar los pasillos, y un grupo de guerreros armados irrumpe en la cámara. Los miras con serenidad.
- No quiero luchar contra vosotros
Los guerreros aúllan y saltan sobre tí con las armas prearadas. Esperas con calma hasta el último instante. Entonces, el sable de luz vuela hacia tu mano y te pones en pie de un salto para librar una última batalla."
A medida que se desvanece la visión, escucha las ultiams palabras de Isa- Val:  No sigais mi ejemplo. Los jedi no pueden retirarse del mundo. Tienen que luchar. tener éxito y fallar con el resto de la galaxia.

Investigando sobre las guerras mandalorianas o el planeta mandalore ven que hay un gran número de monografías que documentan las pérdidas de la República en Churr (un pequeño mundo agrícola cerca de quellor), Commenor (un rico planeta de las colonias), Duro y Koler.



Sobre el Bufón Astral, su capitán registró hace cien años, decenas de planes de vuelo erróneos con la esperanza de reivindicar la apertura de una nueva ruta hiperespacial hacia el Núcleo profundo. Los planes de vuelo detallan rutas desde Coruscant hasta Fedalle, Koler, Khomm ( un planeta del Núcleo profundo con una biosfera modificada genéticamente) y Mauphin ( un pequeño sistema del Núcleo hacia el exterior de Daupherm)

Investigando sobre El Santuario, ven archivos con cientos de documentos acerca de las dimensiones de las flotas de la república. También hay un registro de vuelo del Santuario, una "nave de apoyo", que enumera los siguientes mundos y sistemas: Fedalle (un mundo industrial del Núcleo), Rendili (un mundo industrial del núcleo conocido por sus impulsores solares), Koler (un sistema con supergigante roja), Duro y Exodeen (un planeta imperial de las Colonias).


Gracias al  Guardián del Holocrón de Odd Bnar, saben que los pocos documentos redactado al respecto sibre los cristales de Ilum sugieren que los jedi creian que los cristales contienen espíritus de la naturaleza. Otras monografías, surgidas en la era del Imperio galáctico, sugieren que los cristales de Ilum poseen toxinas que causan alucinaciones, dando lugar a los mitos de los poderes sobrenaturales de los jedi.



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